miércoles, 27 de junio de 2012

Concentración anti-taurina el día 29 a las 16,45h en la plaza de toros


 EL TORO NO SUFRE
¡FALSO!
Si un insecto se posa en un toro, éste lo espanta inmediatamente demostrando asi la extremada sensibilidad de su piel. La pica o puya acaba en una punta de acero de unos 14 cm de largo que debe prenetar "sólo" 3 cm a la altura de la cruz. En la práctica, los picadores aumentan la penetración que puede llegar hasta 9 cm llegando a perforar el pulmón lo cual provoca una hemorragia que limita la capacidad del toro.
Las banderillas son afilados arpones de 6 cm a 8 cm que los banderilleros clavan, en número de 4 a 6, cerca o dentro de las heridas hechas por los picadores. Estos arpones tienen la falcultad de actuar como palanca a cada movimiento del toro oradando y desgarrando todos los músculos del cuello.
Se mata al toro clavándole una espada entre las vertebras del cuello para llegar al corazón y fulminarle. Esto no ocurre prácticamente nunca. El toro malherido en un pulmón, una arteria o el corazón, agoniza gimiendo lastimosamente y vomitando sangre. Debe ser rematado con la puntilla, un puñal corto cuyo destino es seccionar la medula espinal lo cual, supuestamente, acaba con el sufrimento del animal, que ironia si las "personas" a las cuales les gustan las corridas de toros dicen que el toro no sufre. Eso tampoco ocurre así y el toro queda paralizado pero consciente durante todo el proceso de arrastre y posterior despiece.
 No te manches de sangre y rechaza la crueldad de los ignorantes.

"Me enorgullezco de no haber figurado nunca, entre la clientela especial de las corridas de toros" Ramón y Cajal. Premio Nobel

"Siempre me han aburrido y repugnado las corridas de toros" Miguel de Unamuno

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