miércoles, 2 de mayo de 2012

FOSAS ESPINOSA DE LOS MONTEROS:13 DESAPARECIDOS

A principios de Abril del 2012, se ha dado otro paso en las Merindades en el esclarecimiento de lo acontecido con el golpe de Estado de Franco,  gracias a la iniciativa de la Agrupación de familiares de fusilados de Espinosa de los Monteros,  se han recuperado otras 13 víctimas del fascismo.
Había un lugar donde la gente de Espinosa colocaba  flores, en la misma acera de enfrente del polideportivo de Espinosa en la carretera que va hacia Monte Hedilla, al lado de unos chalets que están sobre el rio Trueba y se comentaba que es donde habían enterrado a fusilados del bando republicano. Incluso, cuando en 1956 se construyó la carretera y familiares supervisaron las obras para que no se llevaran por delante los restos de los suyos. Posteriormente, al poner la acera se respetó el trozo donde estaban los cuerpos.
Estos primeros días de abril se han abierto dos  fosas, los técnicos de Aranzadi han encontrado 13 víctimas, Entre ellas se cree que hay un chaval de 16 años de nombre Claudio Sainz y un hombre de 75; un labrador y tenía una fábrica de alpargatas padre de 10 hijos, Celestino Zorrilla, y otro de ocho, Aurelio Lavín Ortiz y su mujer Generosa Fernández Ortiz -embarazada-, (un matrimonio que murió los días 20 y 21 de octubre del 36).  Con estas dos, en Espinosa de los Monteros hay al menos tres fosas,  la  tercera fue trasladada al Valle de los Caídos con la fecha de 29/03/1959, con una persona identificada: Pablo Cuesta García.
En un macabro rectángulo de apenas ocho metros cuadrados se cuentan nueve esqueletos, todos boca abajo; es  la primera de ellas, en la calle de la Riva cerca del polideportivo municipal, los restos de nueve hombres asesinados sin previo juicio el 20 de octubre de 1936.

La segunda, a 150 metros en dirección al albergue, hay otra fosa con cuatro mujeres, probablemente asesinadas al día siguiente 21 de octubre de 1936. “Después de matar a mi abuelo, que tenía 51 años, fueron a por Donato, uno de sus hijos, de 27. Pero como logró escapar, en represalia, mataron a su mujer (Amelia Cano), embarazada de siete meses”. Un cráneo con peineta demostró que tenían razón los vecinos del pueblo, que siempre habían dicho que allí habían sido arrojadas en 1936 varias mujeres. Una de las mujeres logró escapar y se refugió en un molino, pero la encontraron y la trajeron a rastras a la fosa. Se encontraron sus medias y su peineta con el rastro de sangre.
“Fueron los falangistas, todos vecinos del pueblo”. En el pueblo, gente mayor contaba que oyó a los asesinos decir: ‘Le pegué el tiro y no veas cómo pataleaba’. Por eso siempre se supo donde estaba la fosa”. Los falangistas no se quedaron ahí. “Después de matar a Celestino y a su nuera embarazada de siete meses, fueron a por su mujer, le raparon la cabeza al cero y la llevaron a la plaza del pueblo”. Francisco Etxeberria, médico forense y profesor de la Universidad del País Vasco, ha dirigido a los 20 profesionales  de la Sociedad de Ciencias Aranzadi que han realizado los trabajos y ha comprobado las similitudes de esta fosa con otras y su singularidad: «Solo hay dos o tres fosas en toda España que se ubican en el casco urbano, dado que lo habitual era irse a parajes alejados».  Impunidad. En apenas un rectángulo de cuatro metros por dos y a un metro de profundidad se han hacinado durante 76 años los restos de nueve hombres, todos boca abajo, «lo que indica que les enterraron sus asesinos», según Etxeberria. Todos tienen disparos de bala en el cráneo con entrada por la parte trasera y muchos muestran roturas de huesos de piernas y brazos por efecto de golpes cuando fueron torturados.

mas informacion: 

http://lasmerindadesenlamemoria.wordpress.com/2012/04/25/fosas-espinosa-de-los-monteros-13-desaparecidos/

http://lasmerindadesenlamemoria.wordpress.com/2012/05/02/represaliados-de-valdivielso/


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